Geología

El delta del Ebro es el resultado de la lucha entre las aportaciones fluviales del río y la acción del mar. Pero no siempre ha sido de esta manera, según indicios históricos, durante la época de los romanos el delta era inexistente o con muy poco desarrollo. Posteriormente, los sedimentos fluviales fueron ganando terreno al mar hasta formarse su máxima extensión el año 1957, a partir de ese momento y debido a la acción del hombre, el delta va retrocediendo y ganando el mar.

Dado que este es un delta de un río de largo recorrido, los sedimentos son de carácter fino (limos y arenas), con una gran presencia también de materia orgánica y bioclàstica.

Es frecuente encontrar en los deltas, zonas deprimidas cubiertas de aguas salobres, como en el caso de las lagunas de la Alfacada y la Tancada. Estas lagunas están situadas muy cerca de la línea de costa actual, son poco profundas y rodeadas de cultivos, marismas y un antiguo cordón litoral con dunas.